PARROQUIA DIVINO NIÑO JESUS
MINISTERIOS LAICALES
RETIRO
LA
CELEBRACION ANUAL DE LA PASCUA DEL SEÑOR.
La celebración del
misterio pascual esta en el centro de de
la fe y la vida de la iglesia; es la raíz de todo el año litúrgico.
-HISTORIA:
La historia de los
orígenes de la de la celebración de la pascua cristiana es compleja.
Su investigación nos
lleva como en una peregrinación a las
fuentes en que todo esta contenido en un único momento celebrativo, como la
semilla de ese gran árbol que será históricamente el año litúrgico y mas
inmediatamente el triduo pascual.
De este núcleo
primitivo que es la celebración anual de la fiesta pascual en un solo día, se
desarrollara la unidad de la pascua en
dos direcciones:
-A nivel litúrgico
nacen múltiples celebraciones entorno al misterio pascual.
-A nivel doctrinal
se profundiza numerosos aspectos teológicos de cuanto se contiene en el
misterio de la pascua del señor.
Hay que volver al
sentido primitivo del misterio pascual en su unidad característica que podían
ser expresadas en estas dos afirmaciones:
-“Cristo es la
pascua” o “Cristo es nuestra pascua”, o también “El misterio de la pascua es
Cristo”.
La primera expresión
nos recuerda el texto de san Pablo:”Cristo nuestra pascua ha sido inmolado” (i Cor
5,7).
Texto que podría ser
traducido: “La inmolación de Cristo es nuestra pascua”.
La segunda expresión
la encontramos en los primeros textos pascuales, como en la homilía de Melitón de Sardes donde dice
expresamente: “El misterio de la pascua que es Cristo” o también “El Cristo es la pascua de nuestra
salvación”.
Así la iglesia
concentra en Cristo muerto y resucitado,
la realidad de la pascua, que no es ya
un selo acontecimiento o un rito
que se celebra; sino una persona viviente. Por lo tanto en el señor tenemos la
pascua de la iglesia.
Se comprende así por
en los textos liricos de las homilías de
los padres se dice por ejemplo; “yo te hablo a ti(pascua) como a una persona viviente” (Gregorio Nacianceno;
oratio in s,Pascha 45,30 pg. 36,664,A).
LAS RAÍCES BÍBLICAS.
Las raíces bíblicas
y cósmicas de la celebración litúrgicas de la iglesia, las encontramos a un
antes de la narración de los hechos del éxodo, donde encontramos un sacrificio
ritual primitivo de la primavera, hecho por los agricultores con la ofrenda de las primicias del pan ácimo y por
los pastores con la inmolación de un cordero.
Estos ritos serán
asumidos por Israel para celebrar su pascua histórica con los acontecimientos
salvadores del éxodo.
El verdadero y definitivo sentido hay que buscarlo en
Jesús, que da pleno cumplimiento a todos los símbolos cósmicos e históricos con
su muerte y resurrección.
La pascua del pueblo
de la alianza se caracteriza por tres momentos o realidades progresivas.
-La pascua del señor
o paso de Yahve parar salvar a su
pueblo: (Ex 12.).
Este texto esta
relacionado con una celebración pascual del pueblo con panes ácimos y la
inmolación de un cordero. Es el primer significado de la pascua como paso
salvífico de Dios que preserva a los primogénitos de Israel del exterminio.
-La pascua o paso
de Israel a través del mar rojo,,
cuando el pueblo milagrosamente escapa
del Faraón y se abren las aguas del mar
a su paso (EX 14).
Es el señor que pasa
y el pueblo que realiza un paso en el cual
es salvado de la esclavitud, mientras el enemigo con sus carros y
caballerosa hunden en el mar rojo.
-La pascua de los
judíos: Los dos episodios
anteriores son conmemorados
litúrgicamente por todas las generaciones cada año (Dt 16,1-8), en un rito sugestivo
de palabras, oraciones y banquete sagrado que permite a los israelitas de todas
las generaciones identificarse con la gracia y la experiencia liberadora de
este paso de Dios y de su pueblo (Ex 13,3-10).
Es la pascua ritual
que el pueblo de Israel celebrado y celebra todavía.
-LA PASCUA DE JESUS: sobre lo anterior
se comprende el sentido de la pascua de
Jesús.
Jesús asumiendo el
trasfondo salvífico y algunos elementos rituales de estos tres momentos
pascuales, Jesús celebra y vive su pascua, de la que los episodios anteriores
son un símbolo y una profecía.
En esta pascua de Jesús distinguimos tres momentos: los
tres están ligados a aquella frase en la
cual san Agustín vislumbraba el sentido genuino de la pascua.” Antes de la fiesta
de la pascua, Jesús sabiendo que rea
llegada su hora de pasar de este mundo al padre, habiendo amado a los suyos que
estaña en el mundo, los amo hasta el
fin” (Jn 13,1; San Agustín ep, 55,1,2.; Pl. 33,205).
-La celebración de
la cena pascual ritual en la última cena,
ya con un sentido nuevo, unido a
perspectiva de su pasión y muerte y a la memoria que deberán hacer los suyos, en la nueva cena
d de la nueva pascua que asume en parte
y cambia la pascua de los judíos.
-La muerte en la cruz se vislumbra como el
cumplimiento de la inmolación del verdadero pascual, según la teología de Juan,
y se presenta como inmolación pascual de Cristo en la teología de Pablo.
-La gloriosa
resurrección es el verdadero y extraordinario paso de la muerte a la vida, el éxodo de Cristo al padre.
Los tres episodios
constituyen una indisoluble realidad que
resume la pascua del A.T; en las tres expresiones y la proyecta hacia el futuro
como pascua de la iglesia.
-La pascua de la
iglesia: La iglesia fiel al mandato de su señor celebra permanentemente su
memorial, su pascua que es la pascua de su señor, en una memoria litúrgica que
es precisamente el memorial de la nueva pascua.
Esta celebración se
realiza en diversas expresiones cultuales: con el anuncio de la pascua en la
palabra; con la celebración de la pascua en la eucaristía; con la participación
en la pascua del señor en el bautismo.
A esta tres
celebraciones fundamentales se pueden añadir otras expresiones, como la
celebración, primero semanal y después anual, de la pascua de Jesús, la
experiencia de una vida pascual, renovada por el espíritu, según el sentido y
el dinamismo de los sacramentos pascuales.
La celebración del
misterio de la muerte de los cristianos, como una pascua, un paso, igual a la muerte gloriosa
del señor, de este mundo al padre.
LA CELEBRACION PASCUAL EN LOS ESCRITOS
APOSTOLICOS-Breves indicios.
En los hechos de los
apóstoles y en las cartas de san Pablo recuerda la celebración anual de la
pascua, como punto de referencia cronológica del ambiente en que la iglesia
vive en sus comienzos (Hc 12,3-4; 20,6). No encontramos elementos validos en la
celebración anual de la pascua en las primeras comunidades de los discípulos de
Jesús.
Pero se pueden
recordar tres elementos:
-Pablo en 1 cor 5,7-8. Hace a alusión a nuestra pascua
que es Cristo y pide a los cristianos la pureza del corazón, en la verdad y en
la sinceridad, haciendo la comparación con lo que se hacia en la celebración de
la pascua hebrea, cuando el pan fermentado era retirado, para quedase solo el
pan ácimo.
En la primera carta
de Pedro es interpretada como una gran celebración vigilar (anual?) en la cual
algunos reciben el bautismo y los cristianos son exhortados a la fortaleza en
tiempos de persecución.
Impresiona el tono pascual
de este escrito apostólico con sus himnos y exhortaciones.
-Las narraciones
evangélicas de la pasión, y en modo particular la de Juan muestran con cuidado
los discípulos recordando los episodios de los
últimos días de la vida de Cristo.
Se puede pensar que,
por razones psicológicas, cuando los hebreos celebraban cada año la pascua, para los discípulos de
Jesús se acentuaba el recuerdo de cuando sucedió en aquellos días “·cuando les fue quitado el esposo” (Mc
2,19-20).La lectura gloriosa y litúrgica que Juan propone al narrar la
pasión de Jesús, es ya según algunos
autores, “Una memoria litúrgica” realizada por la comunidad y ha influido notablemente en una posterior memoria litúrgica anual, especialmente en las
comunidades del Asia menos, donde encontramos a los discípulos de Juan entre
los obispos que mantienen la tradición de la celebración pascual en los mismos
días en que la celebran los judíos.
LA CONTROVERSIA
SOBRE LA PASCUA.
Las primeras
noticias de una celebración anual de la pascua nos han llegado a través de una
polémica acerca de la fecha de la misma celebración:
Los textos y las
fechas:
Eusebio de Cesárea
(Historia eclesiástica libro v cc 23-25) este historiador presenta en su
narración textos antiguos sacados de fuentes que nosotros ignoramos.
La fecha de la
controversia esta fijada hacia finales del siglo II, durante el pontificado del
papa Víctor (188-199).
A través de los
testimonios podemos remontarnos casi a principios del siglo II para afirmar que ya entonces existía una tradición
acerca de la celebración de la pascua anual en las iglesias del Asia menor.
TRILOGÍA DEL TRIDUO PASCUAL.
Podemos preguntarnos
cual es la teología de este tiempo, especialmente del triduo pascual.
La respuesta es:
“Celebramos la pascua del señor en la
plenitud de su sentido salvador”. “Celebramos a Cristo nuestra pascua.”
A cerca de la
liturgia de estos días queremos
reflexionar sobre la unidad de la pascua del señor en sus tres momentos
fundamentales del triduo pascual:
La iglesia celebra
cada año los grandes misterios de la redención de los hombres desde la misa
vespertina del jueves “en la cena del señor” hasta las vísperas del domingo de
resurrección.
Este periodo de
tiempo se denomina justamente “El triduo del crucificado, sepultado y
resucitado”. (San Agustín Ep 55,24) Se llama también “Triduo pascual” por que
con su celebración se hace presente y realiza el misterio de la pascua, es
decir el transito del señor de este mundo al padre.
En esta celebración
del misterio por medio de los signos litúrgicos y sacramentales, la iglesia se
une en intima comunión con Cristo su
esposo.
En este texto de la
sagrada congregación para el culto Divino a cerca de la preparación y
celebración de las fiestas pascuales refleja claramente el pensamiento de la
iglesia acerca de actual extensión y
contenido del triduo pascual, pero no resuelve la tensión histórica entre la antigua
extensión y denominación del triduo y la actual terminología y caracterización.
En efecto, el texto de
san Agustín tan conocido y citado, parece excluir cronológicamente el jueves
santo para hacer del triduo pascual la secuencia de los tres días (viernes,
sábado, domingo) de las antiguas celebraciones pascuales. Y la referencia a
Cristo crucificado, sepultado resucitado excluye claramente una alusión a la
cena del cena señor y a su conmemoración litúrgica, que es tardía, respecto a
la preparación del viernes y del sábado y la solemne celebración de la noche
del sábado y la madrugada del domingo, unidas en un mismo día, el gran día de
la pascua.
Si se acoge con
docilidad la tradición viva de la iglesia y se valora justamente la celebración
del jueves santo, no es suficiente, a nuestro parecer, evocar la importancia de
los misterios que esta celebración vespertina conmemora-la institución de la eucaristía
y del sacerdocio, el mandamiento del amor fraterno- con un cierto peligro de
caer en un devocionalismo sentimental.
Hay que mirar entonces el carácter típicamente pascual de
la cena del señor, celebrada por la iglesia, dentro del dinamismo de la única
pascua del señor, con una atención hacia los momentos con que Jesús celebro su
pascua y una coherente celebración de
esos momentos en la liturgia de la iglesia.; por que en el corazón del año litúrgico, el triduo pascual, se
conmemora y se hace presente en el memorial litúrgico, los máximos misterios de
nuestra redención.
Esta reflexión
litúrgica suscita una plena justificación de la visión actual que la iglesia
tiene del sagrado triduo pascual y trata de ilustrarla para celebrarla ahora, como Jesús la vivió en su transito de
este mundo al padre, la única pascua salvadora, pascua de nuestra salvación que
es el mismo Cristo, en la cena, en la
cruz, en la resurrección.
Tres momentos
progresivos entre lazados e indisolublemente unidos que ahora la iglesia
celebra al hacer memorial de la cena del señor, de la pasión de Cristo y de su
santa resurrección en las tres celebraciones centrales del triduo pascual.
UNA CIERTA SIMETRÍA BÍBLICA:
El misterio de la pascua
de Cristo se ilumina a la luz de la pascua del A.T. La verdadera pascua como
comentan los antiguos homiletas cristianos es
la de Jesus.
En la pascua
del A.T. podemos
distinguir tres momentos
esenciales.
1-
Es la
inmolación del cordero
cuya sangre marcara
las puertas de
los israelitas.
2-
Es la
liberación de Egipto con el paso
del mar rojo.
3-
Es la
celebración litúrgica de
este acontecimiento salvador
que el pueblo,
según la prescripción de Yahve,
hará cada año, reviviendo
el acontecimiento y
participando de la
liberación de Egipto.
4-
El cumplimiento
de la pascua
antigua por parte
de Jesús se
realiza a partir
de este ultimo
momento ritual que
era la pascua
celebrada a cada año
por el pueblo.
La última cena,
fuera o no
el sentido ritual
una cena pascual,
tiene teológicamente y
existencialmente para Cristo
toda la densidad
de una asunción
consiente del misterio
de la pascua
antigua y de
una renovación en
su muerte y
resurrección.
La última cena del
señor no es solo la sustitución ritual
de la cena pascual de los judíos, sino que es además la anticipación ritual del
misterio de su pasión y el anuncio de su
resurrección gloriosa.
El segundo
momento de esta
pascua de Jesús
es su inmolación
voluntaria en la
cruz. En el
se cumple el
ministerio del cordero
inmolado en la
pascua de los
judíos, como apuntan
Juan y Pablo,
y como ampliamente
comentan los padres de
la Iglesia al
hacer referencia al
capitulo 12 del
éxodo y a
la muerte de Jesús en
la cruz, verdadero
sacrificio voluntario del
cordero sin mancha.
El tercer
momento pascual de Jesús, en
simetría con las
evocaciones pascuales de
Israel, es su
resurrección, verdadera liberación
d e la muerte, autentico
paso del mar
rojo, no simplemente
de una orilla
a otra. Siempre
de una vida
mortal como en
el caso d e Israel
y de la
vida mortal a
la vida gloriosa
y definitiva en
el Padre.
Jesús ha
asumido ritualmente la
pascua de Israel
y la transformada
en nueva Sena d
e la nueva pascua,
suya y de
la iglesia. A
cumplido el misterio
del cordero inmolado
cuya sangre libera
por medio de
su muerte redentora.
A llevado a
cumplimiento el símbolo
del éxodo liberador
de la tierra
de Egipto en
su gloriosa resurrección.
Todo esta
asumido y como profetizado ya
en la ultima
cena: la inmolación
del cuerpo entregado
y de la
sangre derramada; la
profecía del reino
donde Jesús convoca
sus discípulos. E n la otra
orilla de la
vida gloriosa. Para
beber el vino
nuevo del Rey.
LOS TRES MOMENTOS
DE ÚNICA PASCUA.
Dentro de
esta simetría bíblica,
la Iglesia renueva
en el triduo
pascual el memorial
de la única
pascua de Jesús,
realizada en tres
momentos, consecutivos e
indisolublemente entrelazados.
En el
Jueves Santo se
hace memoria de
la cena de
la nueva pascua.
En el
Viernes Santo se
celebra la pascua
del cordero inmolado.
En la
Vigilia Pascual se
celebra el transito
glorioso de Cristo,
la victoria sobre
la muerte, la
realización completa del
éxodo pascual de
los Judíos a la
que toda la
Iglesia participa ya
mediante el bautismo
y la Eucaristía,
sacramentos que nos
unen al crucificado – resucitado.
La resonancia
pascual que tiene
el jueves santo.
No solo por
que supuso en
la vida de
Jesús que vivió
este momento en
trance “Pascual” de
pasión y d e gloria
vislumbradas; que conscientemente sustituyo
la cena ritual
d e una pascua antigua
con la institución
d e una cena nueva
de la pascua
definitiva.
El hacer
esto como memorial
mío, no se
entiende totalmente sino
se supone esta
sustitución.
Como el
mismo dijera: “ De
ahora en adelante
cuando celebréis la
pascua, celebrarla como
memorial mío, de
mi pasión salvadora
“.
A eso
hace alusión el
pan y el
vino, cuerpo entregado
y sangre derramada
para la liberación
de los pecados
y la participación
en la alianza
nueva.
La resonancia
pascual del Jueves
Santo es también
importante para la
Iglesia que en
ese día puede
acentuar el sentido pascual
de la Eucaristía,
misterio de la
pascua del Señor,
síntesis de todos los
misterios, memorial de la pasión
redentora y de
la resurrección salvadora.
La pascua
ritualmente debe empezar cada
año donde empezó, en
el misterio del
cenáculo.
La institución de la Eucaristía, el
nacimiento del cáliz,
como se llamaba
antiguamente la misa
vespertina del Jueves
antes de que
este se incluyera
en el triduo
pascual, necesita ser
colocada ahí, en
ese marco de
la Pascua del
Señor, en esa
referencia total a la
pasión y la resurrección,
a la alianza
y a la expiación, a
la dimensión eclesial
y escatológica de
la ultima cena;
para que nadie
la reduzca en
su grandeza total,
nadie la utilice
en un devocionalismo empequeñecedor, nadie la
decentre de su perspectiva
total que es
precisamente la pascua;
para que sea
siempre memorial del
misterio pascual de
Cristo.
Si el
momento culminante del
triduo pascual es
la celebración Eucarística
de la vigilia,
cuando Cristo resucitado
y glorioso se
hace presente a la
Iglesia esposa con su
cuerpo y su
sangre gloriosos transidos
de la pasión y
pletóricos de la
fuerza del Espíritu
Santo, no se
puede olvidar que
todo fue anunciado
en el Cenáculo
y que la
Iglesia no ha
perdido la memoria,
sino que ha conservado en
el corazón la palabra
que permite celebrar
la pascua de
Jesús con el
nuevo rito por
el instituido: “Haced esto
como memorial mío”
por eso es
sugestivo el comentario d e Pablo
a estas palabras
que quiere hacer
comprensibles a los
Griegos de Corintios,
que no saben
lo que es
el “Zikkaron” bíblico la
celebración de un
memorial: cada vez que
comáis este pan
y bebáis este
cáliz anunciáis la
muerte del “Kyrios”
del Señor, hasta
que vuelva ( 1 Co 11,26 ).
Así la
Vigilia Pascual y
el Jueves Santo se
reclaman recíprocamente y
ambos se concentran
en el misterio
de la Cruz
gloriosa del Viernes
Santo, en la
inmolación del Cordero.
En la
perspectiva de la
Cena, la Cruz
y la resurrección
están presentes en
las antiguas homilías
pascuales, cuando todo
se celebraba en
el siglo II
en la gran
vigilia pascual del
sábado al domingo.
LA CENA DE
LA PASCUA : ELEMENTOS
PASCUALES DEL JUEVES
SANTO.
La liturgia
de la Misa
vespertina de la
Cena del Señor
es típicamente pascual.
La luz nos
llega a través
de la liturgia
de la palabra.
La primera
lectura, Ex 12,1-8,11-14. Nos
habla de la
Pascua de la
inmolación del Cordero,
la que se hizo en Egipto
y la que
el pueblo tendrá
que celebrar como
memorial, fiesta en
honor del Señor,
de generación en
generación.
La segunda
lectura, con el
texto 1 Co 11,23-26,
sobre la institución de la
Eucaristía, nos recuerda
el misterio de
la Cena del
Señor, la nueva Pascua,
cuyo memorial se
tendrá que celebrar
hasta que el
Señor vuelva en
la gloria.
La Cena de
Jesús mira a la
Cruz. La Cena
pascual de la
Iglesia ve ya
la Cruz a la luz
de la Resurrección.
Los tres momentos
son indisolubles.
El evangelio
de Juan 13, 115
tiene también su
sabor pascual, sobre
todo an las primeras
palabras con que se
abre el capitulo
acerca de la Cena:
“ Antes de la
fiesta de Pascua,
sabiendo Jesús que
había llegado la hora
de pasar de
este mundo al
Padre “.
El paso de
esta vida mortal
a la otra vida inmortal,
es decir d e la
muerte a la vida,
se ha realizado
en la pasión y
resurrección del Señor.
El triduo
pascual empieza con
este solemne anuncio
porque la verdadera
Pascua es la
pasión y resurrección del
Señor, como dice
Agustín.
Jesús celebra
su cena con
esta dimensión pascual,
Y así también
la actualiza la
Iglesia en la misma vespertina
de la Cena
del Señor.
El centro
de la celebración, la
Eucaristía, se carga
en la tarde
del Jueves de
todo el significado
pascual. El “
hodie “ el “ hoy “ que
actualiza las palabras
de la narración
de la institución,
hace de esta
celebración el memorial
de la pasión
salvadora, pero con
la perspectiva de
una actualización del
misterio del Cenáculo.
Recuerda; El
Salvador de los hombres
celebro la Pascua
en el Cenáculo
cuando dio a sus discípulos
el misterio de
su cuerpo y
de su sangre,
entregándonos así a nosotros
la fiesta eterna
del cordero inmaculado.
Cena del
Señor, misterio de la Pascua,
Eucaristía instituida como
perenne memorial de
la Pascua del
Señor, cada vez
que la celebramos
es siempre Pascua,
aun fuera del
Triduo Pascual. Así lo
afirma Dídimo de
Alejandría: “Celebramos la
Pascua cada año
y también cada
día e incluso
cada hora, cada
vez que participamos
del cuerpo y la sangre
del Señor.
La celebración
cotidiana de la
Pascua debe servirnos
como continua meditación
de todas estas
cosas. No hemos
de creer que
estos días de
Pascua sean tan
fuera de lo
común que lleguemos
a descuidar la
memoria de la
pasión y de la resurrección
que hacemos cuando
cada día nos
nutrimos de su
cuerpo y de
su sangre. Sin
embargo, la presente
solemnidad tiene el
poder de recordar
a nuestra mente
con mayor claridad,
excita con mas
fervor y nos
alegra con mas intensidad, ya que
al celebrarla a distancia de un año nos pone ante la mirada de la memoria de lo
que aconteció.
Mas sintético y
claro todavía Juan Crisóstomo:” Cada vez
que con conciencia pura a la eucaristía celebras la pascua. Pascua es, en
efecto, celebrar la muerte de señor” (Pg 48,870).
LA PASCUA DEL CORDERO INMOLADO-RESONANCIAS PASCUALES
DEL VIERNES SANTO.
La celebración de la pasión del señor en la tarde
del viernes santo es el segundo momento de la pascua de Jesús; la inmolación
del cordero.
Melitón de Sardes parece hacer presente a Cristo en
medio de la asamblea que celebra la noche de pascua el misterio central de los cristianos y los interpela con
esta revelación:” Recibid la remisión de
los pecados. Yo soy vuestra remisión. Yo soy la pascua de la salvación. Yo soy
el cordero inmolado por vosotros, vuestro rescate y vuestra vida, vuestra luz y
vuestra salvación, vuestra resurrección y vuestro rey (in Pascha, n,.193).
La pascua de Israel se cumple en la pasión de Jesús. Y el cordero inmolado
por los israelitas prefigura a Cristo, cordero inmolado e inmaculado.
El centro de esta
`predicación y de la esta celebración ritual lo tenemos en la
proclamación de la pasión de san Juan en el viernes santo.
Con dos anotaciones sugestivas. San Juan ha
colocado el misterio de la muerte de Jesús
en el mismo momento de la PRASCEVE, cuando se inmolaban en el templo de
Jerusalén los corderos de la pascua de aquel año; así quiere resaltar que Jesús
es el cumplimiento de la figura del A,T.
La sangre que brota del costado de Jesús es sangre
de expiación y salvación, por que lo da a entender en la finura teológica de
sus alusiones simbólicas, ya que Jesús es el cordero, el que quita el pecado
del mundo, al que no le quebraran los huesos.
La iglesia presenta ante los ojos de toda la
asamblea al crucificado, manso cordero ofrecido por nosotros, llevado al
matadero y cargado con nuestros pecados, como se lee en la primera lectura de
Isaías que en el cuarto cantico nos presenta al siervo-cordero.
Profecía cumplida. Figura realizada.
El mismo apóstol nos dice:” He deseado
ardientemente comer esta pascua con vosotros”.
Comemos, pues, la pascua con Cristo porque el nos
apacienta a los que el mismo salva.
Es el autor de la pascua, el autor del misterio. El
cumplió llevando a termino la festividad de esta pascua para podernos alimentar
con el manjar de su pasión y poder recrearnos con el cáliz de la salvación”.( Serm 17,A).
La iglesia aunque no celebre la Eucaristía en la tarde del viernes
santo, no se resigna a privarse de la comunión
que la pone en contacto con el misterio de aquel que Pablo llama nuestra pascua
inmolada.
LA VIGILIA
PASCUAL:EL ÉXODO PASCUAL DE CRISTO Y DE LA IGLESIA.
La perspectiva pascual cambia en la celebración de
la resurrección del señor, a partir de la vigilia solemne que es la raíz y el
culmen de todo el año litúrgico.
La cena que vislumbraba el triunfo y la inmolación
del cordero se convierte ahora en la pascua salvadora, presencia de Cristo
resucitado en medio de la iglesia.
Rl punto de referencia pascual es ahora el éxodo,
el paso del mar rojo como epopeya salvadora de
Yahve y liberación del pueblo de Israel.
Pero todo se
cumple en Cristo.
Pero había pasado otro mar, el mar de la muerte, y
se ha encontrado en otra orilla, la de la vida gloriosa.
Y en la muerte, vencido a la muerte, como canta la liturgia
bizantina.
La precesión nocturna hacia el santuario, precedida
por el cirio pascual, como la antigua columna de fuego que guiaba a los
Israelitas, es la primera de las alusiones a este hecho salvífico.
El pregón
pascual hace resonar la doble alusión a la inmolación del verdadero
cordero, cuya sangre consagra las puertas de los fieles, y la noche de la
verdadera liberación de Egipto mediante la resurrección de Cristo.
La tercera de las lecturas en la liturgia de la palabra es la solemne
proclamación del episodio de la liberación de Egipto; episodio que se actualiza
con la oración colecta que sigue al cantico de moisés, con una alusión del
bautismo, pascua de los cristianos.
San Agustín dice: “ La pascua es decir, el paso que
mostros los cristianos celebramos, es aquel que realizo nuestro señor
Jesucristo cuando en esta noche, tras su pasión, resucito, pasando así de la
muerte a la vida, de los infiernos al cielo. Esta es el paso verdaderamente
grande y maravilloso.
En esta misma perspectiva se comprenden las
alusiones al bautismo como pascua de los cristianos, paso de la vida caduca a
la vida inmortal. Y están expuesta e las
dos oraciones propuestas por la iglesia tras la lectura de Ex 14 en la vigilia
pascual.
Lo dice explícitamente el texto majestuoso de la
bendición del agua bautismal: “ Oh Dios, que hiciste pasar a pie enjuto por el
mar rojo a los hijos de Abrahán, para que el pueblo liberado de la esclavitud
del Faraón fuera imagen de la familia de los bautizados…..”.
Esta alusión al éxodo para por el cumplimento de las figuras en el, paso
de Cristo, en su pasión gloriosa, en la victoria sobre la muerte.
Finalmente,
la Eucaristía de la vigilia, como hemos aludido, acumula todo el sentido de la
pascua:
Desde
la resurrección de Jesús se contempla
el misterio del cenáculo.
Desde el
crucificado se comprende plenamente el misterio del cordero inmolado.
Y la iglesia
esta invitada a celebrar la Eucaristía memorial de la pasión gloriosa,
presencia de Cristo nuestra pascua inmolada,
con el cuerpo transido de gloria y la sangre contenida en el cáliz de la
victoria pascual.
La vigilia pascual recapitula y contiene en
síntesis todo el misterio de Cristo.
Pero también
podemos afirmar que el triduo pascual en la actualidad, sin perder la unidad del misterios, desglosa
los tres acontecimientos que dan sentido pleno a la memoria de los sacramentos pascuales: La pascua de la
cena, la pascua de la pasión, la pascua de la resurrección.
Una concentración que finalmente tiene como punto
de referencia aquel que Pablo llama nuestra pascua.
Por que para
los cristianos es alguien y no algo, una persona y no solo un acontecimiento.
CELEBRACIÓN LITÚRGICA:
LAS CELEBRACIONES
DE LA SEMANA
SANTA:
Para
completar la información
debemos hablar aquí
de otras celebraciones
que no corresponden
al misterio pascual
del Señor, pero están
insertadas en la
Semana Santa .
EL DOMINGO
DE PASIÓN O DE
RAMOS:
La
primera parte consta de
una monición que
introduce la proclamación del
evangelio de la
entrada de Jesús
a Jerusalén, según los tres
hipnóticos en los
respectivos siclos.
Sigue
la procesión en
honor de Cristo
Rey. Todo esto
puede ser sustituido
por sencillo ingreso.
La
segunda parte vuelve
a tomar el tema
del siervo sufriente
en la primera lectura
(Isaías 50,4-7), con
el Salmo del
abandono en la
Cruz (Salmo 21,)
la proclamación del signo cristológico
de Pablo (Filipenses 2,6-11)
y la lectura
de la pasión
según uno de
los signoticos del
respectivo siclo; Mateo
(A), Marcos (B), Lucas
(C), . El prefacio alude
a la entrada
de Cristo a Jerusalén.
LUNES, MARTES
Y MIERCOLES DE
LA ASEMANA SANTA.
Mantiene el carácter cristológico de la cuaresma, siguiendo la lectura de las Semanas anteriores. Lecturas proféticas de Isaías y evangélicas de Juan, excepto el miércoles cuando se narra la traición de Judas según San Mateo.
Mantiene el carácter cristológico de la cuaresma, siguiendo la lectura de las Semanas anteriores. Lecturas proféticas de Isaías y evangélicas de Juan, excepto el miércoles cuando se narra la traición de Judas según San Mateo.
LA MISA
CRISMAL DEL JUEVES
SANTO:
Asignada
a la mañana
del Jueves Santo
tiene un carácter
estrictamente sacerdotal.
La
liturgia de la
palabra se lee Isaías
61,1 y siguientes,
sobre el mesías
consagrado por el
espíritu; apocalipsis 1,5-7
sobre el reinado
de sacerdote s por Cristo
Alfa y Omega; Lucas
4,16-21 sobre la
misión de Jesús ungido
por el Espíritu,
anunciada en la
sinagoga de Nazaret.
Después de la
homilía siguen las
promesas sacerdotales de
fidelidad a su
vocación y ministerio.
Se
bendicen los oleos
de los Catecúmenos
y de los
enfermos y se
consagra el Santo
Crisma.
Es
bello el prefacio
de la misa, sobre
el sacerdocio de
Cristo participado a
todos los fieles,
de modo particular
con el sacramento
del orden en
el que participan
de modo singular
los presbíteros.
LITURGIA DEL TRIDUO
PASCUAL.
La celebración
del triduo Pascual
empieza en la
tarde del Jueves
Santo y se
prolonga hasta las
vísperas del Domingo
de resurrección.
JUEVES SANTO.
·
La
Pascua de la
Cena del Señor.
·
El
jueves Santo celebra
el misterio del
cenáculo que mira
hacia la Cruz y Resurrección,
·
Jesús
anticipa su oblación
en perspectiva de
victoria.
·
Instituye
memorial de su
sagrada Pasión. La
iglesia cumple el memorial de
este misterio ritualizando la
proclamación de las
palabras de Jesús,
sus gestos, la
celebración Eucarística y permaneciendo en adoración de
su presencia Eucarística.
MOMENTOS FUNDAMENTALES DE
ESTA CELEBRACIÓN:
1. Liturgia
de
la Palabra: Intima
conexión entre las
lecturas en pleno
contexto Pascual:
-Exodo12,1-8,11-14:
La Cena
Pascual de Israel
-Primera Corintios
11,23-26: LA institución de la Eucaristía
-Juan 13,1-15:
El mandato y
ejemplo del amor –servicio.
La primera
Lectura recuerda el
ambiente Pascual en el que
se
ha desarrollado también
la Cena de
Jesús y el carácter pascual
de su inmolación.
La Segunda
Lectura trasmite la
(Paradosis apostólica acerca de
la institución de
la Eucaristía en
clima d e fraternidad, en
sentido Pascual de proclamación
de la Pasión- resurrección- Parusía .
El evangelio
de Juan nos introduce
en el cenáculo
donde las palabras
del maestro tiene su
realización en el
lavatorio de los
pies, ejemplo de
servicio, signo y
anticipación de su
amor hasta el
extremo, hasta el
don d e la vida
(Juan 13, 1 ).
El Lavatorio
de los pies:
Siguiendo una antigua
costumbre se realiza
el gesto apenas
leído en el
Evangelio del lavatorio
de los pies , para
expresar juntamente el
sentido de Kenosis
y
de caridad que
es característico de
la Pascua de
Jesús.
LITURGICA EUCARÍSTICA:
La concelebración de
la Eucaristía resalta
la unidad del
sacrificio, del sacerdocio y
del pueblo de
Dios.
La comunión bajo
las dos especies
para todos los
fieles pone de
relieve la plena
participación en el
misterio Eucarístico del
cenáculo donde nace
el nuevo pueblo
de la nueva
alianza.
LA RESERVA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO:
El gesto
funcional de conservar
las especies sacramentales
para la comunión
del día siguiente
y la tradición
popular de la
veneración del santísimo
se transforman en un momento
altamente significativo de
profesión de fe, de
adoración de la presencia
continua del Señor
en si Iglesia, casi
en una continuación
de la escucha
de las otras
palabras dichas por Jesús en
la última Cerna,
hasta su oración
sacerdotal.
Todo se
realiza en solemnidad
en la reserva,
con sobriedad en la continuación
de la adoración.
VIERNES SANTO: Celebración de
la Pasión del
Señor.
La estructura
actual fruto de una síntesis
de diferentes tradiciones, puede
ser justificada de
este modo:
·
Pasión
proclamada: Liturgia de la
Palabra.
·
Pasión
invocada: Oraciones solemnes.
·
Pasión
venerada: Adoración de la Santa
Cruz.
·
Pasión
comunicada: Comunión Eucarística
LA VIGILIA PASCUAL:
La estructura de
la vigilia pascual.
Lucernario: Pascua Cósmica.
El lucernario con la
liturgia del fuego
y de la luz.
Liturgia de
la palabra: Pascua de la
historia. Proclamada a la luz
del cirio Pascual.
Ritos bautismales: Pascua de
los neófitos. es la
Pascua de la
Iglesia, la experiencia
de los brotes
nuevos en la
nueva primavera del
cuerpo de la
iglesia, el ingreso
de los bautizados.
Liturgia Eucarística: Pascua de
los fieles. Pascua
perenne y escatológica en
el encuentro sacramental
con la vida
nueva en el
resucitado.
SUGERENCIAS PASTORALES:
La celebración
litúrgica del misterio
pascual se coloca
en el centro de
la vida misma
de la Iglesia
y es por
tanto importante recuperar
en la celebración
de la comunidad
aquellas centralidad que
le es propia,
de manera que
le pueda marcar
la vida.
LA RELIGIOSIDAD POPULAR
VUELVE HACER VIVIDA.
Existe una
recuperación de la
religiosidad popular y un retorno
a las celebraciones populares
de la Semana
Santa.
Puede ser
un bien en
cuanto crea un
ambiente recupera el
sentido de las
masas populares y
permite una integración
en celebraciones mas
congeniales en torno
al misterio de
la pasión del
Señor.
Pero existe
el peligro de
separar la liturgia
de la piedad
popular y devolver a
una alternativa que
perjudica a la
larga liturgia de
estos días que
seria menos sentida
y menos popular
que las expresiones
de la religiosidad
del pueblo.
Es necesaria
una cierta integración
inteligente, de manera que
se pueda organizar eclesial mente la religiosidad
popular y se
pueda eventualmente integrar
o proponer como
expresión de una
reutilización de cuanto
la liturgia celebra
en el misterio.
INSTRUCCIONES
PARA LOS MINISTERIOS LAICA LES.
Nota introductoria:
En documento conciliar sacrementium
concilium (SC) y en
la instrucción general
del misal romano
(IGMR), al referirse
a la actuación en la liturgia
hablan de servicio,
función, parte, encargo,
ministerio, ministerio
particular, oficio (SC
11,14,19,21,26,28; ) y (IGMR 58-73,127-152
).
Mirando las celebraciones
litúrgicas de la
Semana Santa, debemos
considerar como un
servicio litúrgico, funciones,
papeles que ayudan
en la participación
activa y consciente
de la asamblea y
en la realización
plena de la
celebración.
Son actividades ejercidas
por los fieles,
movidos por la
fe.
No necesitan el
reconocimiento de la
comunidad.
Deben tener cierta
consistencia y estabilidad (formación, idoneidad, y
reconocimiento por el respectivo
párroco en uso
de su mandato e
institución ministerial para
los laicos, según
la misma iglesia.
Vistas como necesarias
para la realización
de las acciones
litúrgicas.
DOMINGO DE
RAMOS
Preparar:
·
Ramos
·
Carbón
·
Incienso
·
Vasija
de barro o
turibulo
·
Agua
bendita
·
Cruz
procesional
·
Velas
·
Mesa
pequeña
·
Ornamentos
rojos (capa o casulla para
el sacerdote).
·
Libros
de los evangelios.
PERSONAL Y
SERVICIOS:
·
Recogedores
de los ramos
(servicio que debe
ser hecho el día anterior).
·
Preparadores de
los ramos (separar
los manojos).
·
Decoradora de
la Cruz procesional.
(Colocar en el
asta de la
cruz un ramo grande
y
bonito).
·
Decoradores
de la iglesia (Adornar
la iglesia con
muchos ramos, creando ambiente
festivo y alegre).
·
Organizadoras
de la mesa
pequeña (preparar una
mesa, adornándola, para
colocar en ella los ramos
el a gua bendita la
vasija de barro
o el turibulo
y el incienso).
·
Distribuidores
de los ramos:
(distribuir inmediatamente después
de la bendicen de los
ramos y antes
d e la proclamación del evangelio).
·
Portadores d e la vasija
de barro o del turibulo.
·
Portadores
de la cruz
alta y ciriales.
·
Organizadores s y animadores
de la procesión
con los ramos benditos.
·
Lectores: Diacono.
·
La
historia d e la pasión
que será leída
en la misa
debe prepararse y
ser hecha por
lectores y laicos probos.
JUEVES SANTO:
Misa Crismal.
Preparar:
·
Todo
los necesario para misa:
vasos con oleos
perfumes para la
preparación del crisma, si
el obispo desea
hacer personalmente la
mezcla.
·
El
pan, el vino
y el agua
para la misa que
serán llevados en
la prosecion de
los oleos.
EN UN
LUGAR CONVENIENTE DEL
PRESBITERIO:
·
Una
mesa para recibir
los oleos colocada
de manera que
el pueblo pueda
ver y acompañar
la acción litúrgica.
·
Personal
y servicios: sacerdotes
para acompañar la procesión de
los oleos.
·
Un
sacerdote o diacono
para llevar el
oleo del crisma.
·
Ministros
para llevar los
perfume s y los otros
oleos.
·
Fieles
para llevar el
pan y el
vino y el
agua.
MISA VESPERTINA
DE LA CENA
DEL SEÑOR:
Preparar:
·
Copones
o vasijas con
ostias que serán
consagradas para la
comunión del sia
siguiente.
·
Velo humeral.
·
Capa
fluvial
·
Palio
·
Carbón
·
Incienso
·
Turibulo
·
Antorchas
y velas
·
Cruz alta
·
Ciriales
PARA EL
LAVATORIO DE PIES:
·
Asientos
para las personas
designadas
·
Jarra
con agua y
platón
·
Toallas
para secar los
pies
·
Toalla
(o gremial de
lino) para que el
celebrante se lo
ciña en la
cintura.
·
Material
necesario para lavarse
las manos después
del lavatorio.
LA RESERVA
DEL SANTÍSIMO:
·
Sagrario
o cofre para
la reserva
·
Luces
(velas lamparillas).
·
Flores
u otros ornamentos
adecuados.
PERSONAL Y
SERVICIOS:
·
Personas
designadas para el
rito del lavatorio
de pies (apóstoles )
·
Ministros
que ayudan al sacerdote
en el lavatorio
de los pies .
·
Tocadores de
campana (durante el
canto de gloria,
se tocan las
campanas que permanecerán
silenciosas hasta la vigilia pascual).
ORGANIZADORES DE
LA EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO:
(Santo monumento).
·
Portadores de
la cruz alta
y ciriales
·
Turiferario
·
Portadores
de antorchas – velas a los
dos lados del
santísimo sacramento.
·
Desnudadora
del altar: el servicio
de la mesa
debe hacerse inmediatamente después
de la procesión
del santísimo sacramento.
·
Retiradores
de las cruces
del templo ( sino es posible
retirar las cruces
es convenientemente cubrirlas.
VIERNES SANTO:
Celebración de
la Pasión del
Señor:
Preparar:
·
Ornamentos
de color rojo
·
Cruz
alta (cubierta con
el velo; para
asegurar el velo,
usar alfileres o
cinta crepe).
·
Ciriales.
·
Tapete. Almohadas o
reclinatorios sin adornos ( para la
postración).
·
Misal
·
Leccionarios
·
Manteles
·
Corporales
PERSONAL Y
SERVICIOS:
·
Preparadoras
del lugar para
la celebración de
la pasión del
señor.
·
Lectores: una
lectura del antiguo testamento ( profeta Isaías) y
las lecturas del
nuevo testamento: epístola a loa hebreos y
la historia de
la pasión del
Señor.
·
Salmista
o cantor.
·
Portadores
de los candeleros
·
Cargadores
de crus para
la adoración
·
Presentadores
de la cruz
para la asamblea
·
Organizadora
del altar ( servicio
de la mesa).
·
Ministros
portadores del pan
consagrado para la
distribución a los fieles.
VIGILIA PASCUAL:
Resurrección del
Señor:
Preparar:
·
Para
la bendición del
fuego:
-Una fogata
(en un lugar
fuera del templo
dond e el pueblo se reúne.
·
Cirio
pascual:
·
Cinco
(5) granos de incienso; un punzón .
·
Utensilio
adecuado para encender la
vela con el
fuego nuevo.
·
Linterna
para iluminar los
textos que serán leídos.
·
Velas para los
que participan en la vigilia
pascual
·
Incienso
·
Turífero
·
Utensilio
para sacar las
brazas a encendidas del fuego
nuevo y echarlas
en la vasija d e barro
o turífero.
·
Antorchas
(acompañaran el cirio
pascual).
PARA LA PROCLAMACIÓN DE
LA LITURGIA Y DE LA
PALABRA:
·
Base
para el cirio
pascual, puesto junto
a la mes a del
palabra.
·
Atril
para el cantor
para que proclame
el pregón pascual
y para los
lectores del liturgia
de la palabra.
·
Leccionarios.
·
Cohetes
y campanas.
PARA LA
LITURGIA BAUTISMAL:
·
Recipientes
adecuados con agua.
·
Hisopo
o ramo apropiado
para la aspersión
con el agua
bendita.
·
Si
hay sacramento de
iniciación cristiana: oleo
de los catecúmenos, santo crisma, vela
bautismal. Ritual del bautismo.
PERSONAL Y
SERVICIOS:
·
armadores
de la fogata
·
Encendedores
del fuego nuevo
·
Portadores
del cirio pascual.
·
Portadores
de las antorchas
(acompañaran el cirio
pascual)
·
Portadoras
de las vasijas
de barro o del
turífero.
·
Apagadores
y encendedores de
las luces del
templo.
·
Sonidos
truenos, relámpagos y
aleluya de Haldel.
·
Cantor
o cantora de
la proclamación de
la pascua; pregón
pascual.
·
Lectores
(no se puede
omitir éxodo 14 , 15 -15,1.
·
Salmistas
o cantores para
los salmos responsoriales de
las lecturas.
·
Preparadoras
del altar (accesorios
y adornos apropiados
en el momento en que entonan el
himno d e alabanza- gloria).
·
Tocadores
de las campanas
·
Lanzadores
de los cohetes. ( al
entonar el himno
gloria a Dios, se tocan las
campanas y se
tiran los cohetes.)
·
Portadores
de las vasijas
con agua .
·
Organizadores
de la procesión
hasta la pila
bautismal o el
bautisterio.
·
Servidoras
de la mesa
del pan.